Decorar y cultivar un jardín es una alegría que va más allá del simple hecho de hacer crecer plantas o flores. Trabajar en tu propio jardín es una delicia y una cura para tu salud. Produce un bienestar en el organismo ya que trabajamos cara a cara con la naturaleza y nos conecta con ella. Además, físicamente también es buenísimo ya que nos permite ejercitar nuestro cuerpo.
Cómo hemos podido comprobar, decorar un jardín es un placer en todos los sentidos, tanto físicos cómo psíquicos. Por ello, si tenemos jardín, no debemos desaprovechar la oportunidad de decorarlo. Además de un remanso de paz, el jardín es un elemento importante de decoración dentro del hábitat de la casa.
Los comienzos son duros. A veces llegas a dudar si lo estás haciendo correctamente o no. Pero pronto comenzarán a crecer flores y plantas y nuestra incertidumbre se verá recompensada. Para empezar debemos elegir las plantas o flores que vamos a poner en nuestro jardín. Para ello debemos primeramente estudiar el tipo de clima de nuestra zona y las plantas que se adaptan a él.
Elegiremos las plantas dependiendo su resistencia al frío. Cómo podemos comprobar, serán las inclemencias del tiempo de la zona dónde vivamos las que determinarán en gran medida qué plantas vivirán perfectamente a lo largo de todo el año.
Una buena forma de saber correctamente qué plantas crecen bien en tu zona es consultar con un jardinero profesional. Él te podrá informar de las especies de plantas que se adaptan bien al clima en el que te encuentras y las que no. Es una buena forma de asegurarse el éxito de la plantación.
También dependerá de las características de nuestro jardín, pues el tipo de suelo es tanto o más importante que la climatología. Por ello, debemos hacer un ligero estudio de las características de nuestro suelo para determinar qué clase de plantas crecerán adecuadamente en nuestro terreno.
Y una vez tengamos las debilidades y los puntos fuertes de nuestro terreno, entonces procederemos a decidir qué queremos plantar o cultivar y dónde. Debemos hacer un estudio de los principales problemas que nos pueden surgir y de las posibles soluciones que podemos desarrollar.
Aquí viene quizás la parte más complicada del proceso, pues aquí es cuando comenzamos a decorar nuestro jardín. Es recomendable que nos hagamos un mapa de nuestro jardín y que sobre el plano hagamos una pequeña representación de los colores que le vamos a dar dependiendo de lo que vayamos a cultivar.
Ya os decimos que es un aspecto complicado, pues es difícil hacerse una imagen global del terreno. Para ponernos un poco en situación podemos utilizar cartones, trozos de madera o cualquier cosa que se asemeje y pueda representar los vegetales que queréis poner en cada lugar.
Siempre podéis recurrir a la ayuda de un paisajista que diseñará un jardín de revista, ya que él sabe exactamente lo que le conviene a tu terreno, qué le irá mejor y cómo aprovechar al máximo las características del mismo.
Por supuesto, puedes decorar tú mismo tu jardín sin ayuda externa de profesionales, pero ya te aseguramos que es difícil que aciertes a la primera. Cómo ya hemos dicho en un terreno tan amplio es complicado el hacerse una visión global de toda la distribución.
El encontrar tu jardín ideal será una cuestión empírica, de ensayo-error hasta encontrar exactamente lo que deseas para tu terreno. Cómo consejo te decimos que aunque hay multitud de posibilidades, todo depende de tu imaginación. Debes tener muy en cuenta las tallas, las formas, los colores y las texturas que tienen cada una de las plantas y flores.
que lindo!!
ResponderEliminarBuena informacion
ResponderEliminarEspectacular
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